Los loros simbolizan la imitación, la repetición sin comprensión. El loro es universalmente considerado un mensajero, un intermediario entre el ser humano y otros mundos -simbolismo que se refleja en la capacidad de esta ave para imitar el habla humana-. Por la misma razón, se dota a los loros del don de la profecía. En la India y América Central se les considera capaces de provocar la lluvia. El loro es un atributo del dios hindú del amor, Kama. En los cuentos populares chinos, los loros les cuentan a los maridos las infidelidades de sus esposas. En la vida cotidiana, un loro simboliza la falta de sinceridad y una mente estrecha, que se expresa en la repetición sin sentido de las palabras de otras personas.
En la mitología india antigua, el loro era un símbolo de la luna y la vigilancia, esto último debido a qué al ser aves en bandada, avisaban con fuertes sonidos, cuando se acercaba algún peligro, por lo que se los mantenían como vigilantes. Calímaco (300-240 a. C.) lo vio como un símbolo de un orador sin palabras; una fábula de Esopo retrata a este pájaro como el rival de una comadreja. En Roma, solo los ricos podían tenerlos. El precio de un loro a menudo excedía el precio de un esclavo. Pero al ser importadas más y más de estas aves a Roma dejaron de ser una joya viva, llegando incluso a comerse loros. De Roma se origina la tradición, que ha pasado al cristianismo, donde los loros eran un símbolo de posición importante y regalos caros. La capacidad de estas aves para imitar las voces humanas fue, al principio sorprendente, pero luego esta repetición mecánica de lo que escuchaban, la charla vacía, etc., fue sinónimo de una persona charlatana y hasta chismosa «loro» «cotorra».
Curiosamente, los loros incluso se pusieron en los escudos de armas europeos. Por ejemplo, en el escudo de armas de la ciudad de Zwönitz en Alemania, se representa el loro de Kramer. Esto está conectado con el monasterio, que perteneció a la ciudad. A los monjes les gustaba criar loros desde la Edad Media.
El periquito está relacionado con el resto de la familia de los loros por su habilidad para pronunciar palabras. Se lo considera también mensajero, el intermediario con el otro mundo, es un simbolismo que obviamente proviene de la capacidad de esta ave para imitar el habla humana. Por la misma razón, se asocia con la profecía. El pico de un loro se consideraba un amuleto que protegía contra la fiebre y los demonios. El periquito sirve como símbolo del mensajero, junto con el cuervo, y también símbolo del alma (ba egipcia), como otras aves.
Konrad von Wurzburg, creía que sus plumas no se mojaban con la lluvia y, por lo tanto, era un símbolo de María, que permaneció intacta del pecado original.
En China, el loro del sur (ying-wu) era un símbolo de una mujer pública, amable y habladora, pero también un atributo de la buena diosa Kuan-yin (jap. Kannon), con una perla en el pico.
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