"La lagartija manchada, que soportará las llamas del fuego"
La salamandra a diferencia de otras criaturas fantásticas como las sílfides, ondinas o los gnomos, posee una existencia real y ha sido dotada, desde siempre, con ciertas características fabulosas. Pero despojada de sus poderes sobrenaturales, es simplemente un pequeño anfibio inofensivo de la familia de los "tritones", de 15 a 20 cm de largo, con la piel negra y de manchas amarillas.
Durante mucho tiempo se pensó que su piel era venenosa, aunque en realidad es totalmente inofensiva; pero su superficie húmeda es tan fría al tacto que, de esta cualidad peculiar en la criatura, debe haber surgido la idea, no solo de que podría resistir cualquier calor al que estuviera expuesta, sino también la cualidad de someter y apagar el fuego.
Nos dice Plinio
“De esta manera nace la salamandra, animal de figura de lagarto, pintado de estrellas, y que no aparece sino en tiempo de grandes lluvias, ocultándose con el buen tiempo y serenidad.
Es tan frío que mata el fuego que toca, no de otra manera que la helada, con una sanguaza que lanza por la boca de color de leche, con la cual, llegando a cualquiera parte del cuerpo humano, se caen todos los pelos que en él hay, y se muda el color en alvarazos.”
Historia Natural de Cayo Plinio // Libro Décimo // LXVII. De la salamandra
Marco Polo, el gran viajero veneciano, que cuenta muchas cosas extrañas y maravillosas vistas y oídas en sus viajes, no creía en las fabulosas historias de la salamandra, ya que descarta el tema con un breve comentario: "Todo el mundo sabe que no puede ser la naturaleza de ningún animal vivir en el fuego". Marco Polo más adelante asegura a sus lectores que la verdadera salamandra no es más que una sustancia incombustible que se encuentra en la tierra, "todo lo demás son tonterías fabulosas". Nos habla de una montaña en Tartaria, "allí o cerca", en la que se encontró una "veta" de salamandra; y así llegamos al hecho de que esta veta de salamandra no era más que una veta de "amianto". Es fácil ver porque al asbesto (amianto) se lo conoce como "lana de salamandras", ya que es un mineral muy resistente al fuego. El nombre resultó de la yuxtaposición de ideas, y muestra cuán profundamente impresionado estaba la creencia en los misteriosos poderes de la salamandra.
La salamandra en el judaísmo: Entre los reptiles, la salamandra y el shamir son los más maravillosos. La salamandra se origina en un fuego de madera de mirto que se ha mantenido ardiendo durante siete años de manera constante mediante artes mágicas. No es más grande que un ratón, pero tiene propiedades peculiares. Quien se unta con su sangre es invulnerable, y la red tejida por ella es un talismán contra el fuego.
El rey Ezequías le debe la vida a la salamandra. Su malvado padre, el rey Acaz, lo había entregado a las hogueras de Moloc, y habría sido quemado si su madre no lo hubiera pintado con sangre de salamandra, para que el fuego no le hiciera daño. Las leyendas de los judíos Volumen 1 por Louis Ginzberg
La salamandra de la superstición medieval era una criatura en forma de hombre, que vivía en el fuego. Era descrita por los antiguos como criada por el fuego y que existe en las llamas, un elemento que inevitablemente debe ser destructivo de la vida. Plinio lo describe como "una especie de lagartija que busca el fuego más caliente para reproducirse, pero lo apaga con la extrema frigidez de su cuerpo". Él nos dice que probó el experimento una vez, pero la criatura pronto se redujo a polvo.
La buena salamandra en su estado natural |
La iconografía medieval utiliza la imagen de una salamandra como símbolo de los justos, el guardián de la fe en medio de las vicisitudes del mundo mortal. San Gregorio Nacianceno dice que la salamandra no solo vivía y se deleitaba con las llamas, sino que apagaba el fuego. San Epifanio compara las virtudes del Jacinto y la salamandra. El Jacinto, afirma, no se ve afectado por el fuego, e incluso lo extinguirá como lo hace la salamandra. La salamandra y el Jacinto eran símbolos de fe perdurable, que triunfa sobre el ardor de las pasiones. Así en el pensamiento alegórico cristiano tipifica al hombre cristiano que no es consumido por el fuego del lujo y la lujuria.
Expuesto al fuego, el Jacinto pierde el color y se vuelve blanco. "Aquí podemos percibir", dice M. Portal, "un símbolo de fe duradera y triunfante".
La significación heráldica de la salamandra era la de un coraje valiente y generoso que el fuego de la aflicción no puede destruir ni consumir. La salamandra como criatura legendaria generalmente es representada como un pequeño dragón o lagarto sin alas, rodeado y exhalando llamas. A veces se la representa como un perro respirando llamas.
Francisco I de Francia adoptó como insignia la salamandra en medio de las llamas, con la leyenda "Nutrisco et extinguo" ("Nutrir y extinguir"). El lema italiano del que se tomó prestada esta leyenda fue "Nudrisco il buono e spengo it reo" ("Yo alimento lo bueno y apago lo malo"; "El fuego purifica el buen metal, pero consume la escoria").
Escudo de Armas de Francisco I |
En el simbolismo animal de los antiguos, se puede decir que la salamandra representa el elemento de fuego; el águila, aire; el león, la tierra; el delfín, agua. En la alquimia la salamandra como símbolo está asociada a la piedra filosofal.
Fuente
Vinycomb Jhon -Las criaturas
ficticias y simbólicas en el arte- pág. 212 - 1909
asi qye se refería al elemento fuego (de la parte al todo) sus chispas en la piel a la definición de fuego
ResponderEliminarGracias por el articulo.
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