jueves, 24 de julio de 2014

Endimión y Selene



pintura Selena y Endimión de Ublado Gandolfi



En la mitología griega Endimión (en ingles Endymion) fue un apuesto joven que se dice fue Hijo de Zeus o de Etlio junto a la ninfa Calice, fue rey de Elide, donde arribó con una colonia de Tesalios. Según otras fuentes fue un pastor. Zeus habiendo dado permiso a Endimión que le pidiera una gracia, suplicó al dios que le concediese la inmortalidad, juventud eterna y poder dormir cuanto quisiese, de lo que provino el adagio Endymionis somnium dormiré, para expresar un largo sueño.

Selene fue la diosa griega de la luna, hija de los titanes Hiperión y Tea. Era conocida por su belleza y por ser la personificación de la luna llena. En la mitología griega, Selene era adorada por muchos y se la consideraba una diosa poderosa y mística.

Según la leyenda, Selene conducía un carro tirado por dos caballos blancos y recorría el cielo nocturno, iluminando la oscuridad con su luz plateada. También se creía que tenía el poder de cambiar de forma y que podía comunicarse con los muertos.

Selene era asociada con la fertilidad y la agricultura, y se la consideraba una diosa benévola que protegía a las mujeres y los niños. También se decía que tenía poderes curativos y que podía ayudar a las personas enfermas.



El mito de Selene y Endimión: Una historia de amor eterno


 Según la historia la hermosura de Endimión enamoro a Selene (o Diana) diosa de la luna de tal manera que venía todas las noches a visitarle en una gruta del monte Latmos en Caria. Selene lo ama tanto que no puede soportar la idea de su muerte. Ella le lanza un hechizo que lo pone en un sueño profundo para siempre para poder verlo, inmutable, por toda la eternidad. 

En algunas versiones se atribuye a Zeus él conjuro. Zeus lo apreciaba de tal modo por su justicia y probidad que le acogió en el cielo; más como se enamoró de su esposa Hera, Zeus le infundió un sueño eterno.

A pesar de estas circunstancias Endimión tuvo con Selene cincuenta hijas y un hijo llamado Etolus (que llegaron a simbolizar los 50 meses de las Olimpiadas).

Muchos historiadores representan a Endimión como un príncipe muy aficionado a la astronomía que pasaba muy a menudo las noches en las cimas de los montes observando el curso de los astros, lo cual ha dado motivo a la fábula de sus amores con Selene (la luna).

Otros autores dicen que Endimión se casó con Cromia, hija de Itono, o con Hyperippa, hija de Arcas, de la cual tuvo tres hijos, Peón, Epeo, Eolo y una hija llamada Eurídice; según los citados autores, Endimión prometió su corona a uno de sus hijos que aventajara a los otros en la carrera, resultando que Epeo alcanzó la victoria. Los habitantes de Heraclea pretendían que Endimión había muerto en el monte Latmos, y los helenos por su parte enseñaban su sepulcro en Olimpia. La aventura de Endimión dormido y de Selene se ve en muchos monumentos antiguos.

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