La alquimia era una práctica que combinaba elementos actualmente contenidos en la química, la física, el arte, la semiótica, la psicología, la parapsicología, la metalurgia, la medicina, la astrología, el misticismo y la religión. El objetivo común de los alquimistas era descubrir el método de transmutación del plomo en oro (piedra filosofal), la medicina para todas las enfermedades (panacea) y el elixir de la inmortalidad.
Así los símbolos que se adoptaron originalmente para su utilización en la alquimia servían para registrar algunos elementos y compuestos. Cabe señalar que, en general, tal registro estaba estandarizado, pero el estilo y el símbolo difería entre los alquimistas, por lo que se presentarán los más usuales.