El simbolismo del conejo y la luna se reforzó, al ver los juegos de estos animales, a la luz de esta. En los mitos africanos, nativos americanos, celtas, budistas, chinos, egipcios, griegos, hindúes y teutónicos, la liebre se asociaba con el ciclo de reproducción lunar y femenino. A veces aparece como una figura sacrificial o salvadora, como en la leyenda budista de una liebre saltando al fuego para dar de comer a un Buda hambriento, por lo que la liebre fue exaltada y ocupó un lugar de honor en la luna. En el arte taoísta, el conejo lunar, era retratado mezclando un elixir en un mortero, buscando así obtener la inmortalidad.
Las liebres encarnaron, el engaño inocente, en muchas tradiciones de la historia. Probablemente, esto tiene su origen en cuentos de hadas africanos (por ejemplo, en un cuento de hadas, una liebre, engaña a un hipopótamo y a un elefante para tirar de una cuerda, para de esta manera despejar la tierra para él). Algunas tribus nativas norteamericanas elevaron a la liebre al estatus de héroe de culto (por ejemplo, los algonquinos consideraban a la liebre de la luna como el hijo del gran Manitu -creador de las fuerzas naturales- poniéndolas al servicio del hombre). Como animales con una gran capacidad reproductiva, las liebres y los conejos eran, símbolos de la fertilidad, a menudo se los asociaba con magia y remedios para la infertilidad y se los consideraba asistentes en partos difíciles (el poeta latino Plinio recomendó la liebre como un talismán).
La liebre era un atributo de las diosas de la luna, y la caza en el mundo antiguo. También lo era de; la diosa griega Afrodita (en la mitología romana Venus), los dioses Eros (Cupido), como la encarnación del amor, Hermes (Mercurio), como un mensajero rápido. Antiguas asociaciones con la fecundidad y el renacimiento en las tradiciones teutónicas y escandinavas subyacen en el simbolismo del conejito de pascua o liebre (referencia a la Eostre u Ostara, la diosa anglosajona de la primavera).
Como criatura divina o semidivina, la liebre a menudo era comida prohibida. Algunos chiítas creían que el conejo era la encarnación del yerno de Mahoma. Los judíos consideraban que la liebre era un animal inmundo (Levítico 11:6 el conejo, porque aunque rumia, no tiene pezuña dividida; será inmundo para vosotros). Basado en esto y en su apetito sexual, se convirtió en un símbolo de lujuria en el cristianismo, aunque su habilidad para saltar rápidamente sobre las rocas lo convirtió también en una alegoría de un creyente que busca refugio en Cristo. El caballero, que huía de una tímida liebre, en la Edad Media era una alegoría a la cobardía.
La Liebre de Marzo, llamada también Haigha, personaje de Lewis Carroll, se toma de las observaciones populares del comportamiento rabioso de las liebres durante la rutina de primavera. La creencia popular de que la pata de un ágil conejo o liebre es un buen remedio para la gota y el reumatismo es otro ejemplo de magia blanca.
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| Blasón de Corbenay |
Las tres liebres
La imagen de tres liebres muestra a tres conejos saltarines que están dispuestos en círculo. Estos tres conejos están dispuestos de tal manera que cada conejo tiene dos orejas, pero solo se muestran tres orejas en el motivo. La imagen de tres liebres aparece en diferentes lugares y en diferentes culturas. Su significado original no está claro. A menudo se lo considera un arquetipo. Algunos primeros huevos de Pascua pintados muestran la imagen de tres liebres, lo que sugiere que puede ser un símbolo de la Trinidad. La combinación de la imagen del huevo de Pascua y el conejo llevó al desarrollo de la figura del Conejito de Pascua.
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