Los hipopótamos encarnan simbolismos contrastantes, que representan tanto la vida como la muerte, la fuerza bruta, destructividad, fertilidad. Su doble naturaleza intrigante los convierte en un tema cautivador. Por un lado, los hipopótamos son venerados por su asociación con el agua y la fertilidad, simbolizando la vida y la prosperidad. Por otro lado, su imponente tamaño y su comportamiento territorial les han granjeado fama de animales peligrosos, capaces de causar daño.
En las sociedades africanas, los hipopótamos son venerados por su fuerza, resistencia y asociación con el agua, que a menudo se considera una fuente de vida y purificación. Como símbolos de poder y protección, ocupan un lugar destacado en el folclore, la narración de cuentos y las prácticas espirituales. los hipopótamos suelen simbolizar una profunda conexión con la tierra y los ciclos de la naturaleza en las culturas africanas. Son venerados por su fuerza, resiliencia y su papel como administradores de las vías fluviales.
En el contexto de estos mitos y leyendas, se cree que los hipopótamos poseen una comprensión única del delicado equilibrio del ecosistema acuático. Como guardianes, tienen la tarea de mantener la armonía y el equilibrio de los ríos y lagos, asegurando el florecimiento de la vida acuática y el sustento de las comunidades circundantes.
Según varios cuentos, los hipopótamos son vistos como seres benévolos que ofrecen bendiciones de abundancia, fertilidad y prosperidad a quienes muestran reverencia y respeto por el entorno natural. Se cree que imparten bendiciones tanto a los viajeros como a las comunidades locales, protegiéndolos de cualquier daño y guiándolos en sus viajes.
Además, a veces se representa a los hipopótamos como criaturas sabias y compasivas, que se comunican con los humanos a través de sueños o visiones y ofrecen orientación y advertencias cuando es necesario. En estas narrativas, las interacciones entre humanos e hipopótamos están imbuidas de un profundo sentido de respeto mutuo y coexistencia, enfatizando la importancia de vivir en armonía con la naturaleza.
La palabra hipopótamo deriva del griego y significa "caballo de río" al no tener hipopótamos en sus tierras, los griegos no tenían conocimiento de la forma o hábitos de estos animales. Heródoto escribió en sus Historias sobre el hipopótamo, afirmando claramente que nunca había visto uno:
"Los hipopótamos son considerados sagrados en la región Papremis, pero no en el resto de Egipto. El hipopótamo tiene el siguiente aspecto: tiene cuatro patas, garras abiertas, una nariz roma, una melena como la de un caballo, dientes salientes, cola y voz de caballo, y es tan grande como una vaca muy grande. "La piel es tan gruesa que se hacen puntas de lanza con la piel seca." Heródoto, Historias II, Capítulo 71.
Esto los diferenciaba de los egipcios que si tenían a estos a animales en su territorio -debido a que los hipopótamos eran habitantes del fértil lodo del Nilo- los vieron como símbolo de renacimiento.
El aspecto relacionado con el nacimiento y los poderes del hipopótamo aparece en la complicada forma de la diosa egipcia Tauret, Tueris o Taweret, quien protegía a las mujeres en el parto. La diosa hipopótamo Tauret era una criatura mansa, mitad animal, mitad humana. Con una gran barriga, sostenía un papiro en su pata, que simbolizaba la seguridad de los hijos de una mujer. La diosa estaba relacionada con la fertilidad. Fue la antigua diosa egipcia de la maternidad y el parto, protectora de mujeres y niños. Era también diosa de las cosechas y una diosa que ayudaba con la sexualidad femenina. Como diosa de la fertilidad, estuvo estrechamente relacionada con las inundaciones periódicas del Nilo.
Diosa hipopótamo. |
En el judaísmo y cristianismo el hipopótamo aparece bajo la figura de Behemot (Job 40, 15-24) descrito junto a otra figura el Leviatán. Ambas figuras son dotadas de rasgos exóticos y míticos. Quizás tengan aquí un cierto carácter simbólico de bestias de agua y, por tanto, representantes del mal. El mar es el reino del mal en diversos textos mitológicos de Ugarit y del antiguo Oriente, y cumple también esa función en la literatura apocalíptica. En el libro de Henoc 60-7-9, Behemot es el dragón de los últimos tiempos.
7. Ese día se harán salir separados dos monstruos, una femenina y otro masculino. El monstruo femenino se llama Leviatán y habita en el fondo del mar sobre la fuente de las aguas.
(Job 3:8)
8. El monstruo masculino se llama Behemot, se posa sobre su pecho en un desierto inmenso llamado Duindaín, al oriente del jardín que habitan los elegidos y los justos, donde mi abuelo fue tomado, el séptimo desde Adán el primer hombre a quien el Señor de los espíritus creó.
(Job 40:15)
9. Le supliqué a otro ángel que me revelara el poder de esos monstruos, cómo fueron separados en un solo día y arrojados el uno al fondo del mar y el otro al suelo seco del desierto.
El significado de soñar con hipopótamos
Es un signo de gran suerte ver a un hipopótamo parado en agua clara. Especialmente si se ve un hipopótamo muy grande. Si el animal estaba parado en agua fangosa y mohosa se tendrá un período de dificultades y mala suerte.
Según el psicoanalista Carl Gustav Jung, soñar con un hipopótamo es también un símbolo del propio "monstruo interno", el lado dominante, agresivo y quizás también violento de los sueños. Al mismo tiempo, puede mostrar fuerzas torpes y poco desarrolladas. El hipopótamo es grande, con piernas cortas, lento, torpe y parece ser una criatura de buen carácter. No todos saben qué una gran fuerza y velocidad de reacción se ocultan detrás de esta torpeza. Por lo tanto, la interpretación de estos animales en el sueño dependerá de las circunstancias en que uno lo sueñe.
En cuanto a Freud, considera que un hipopótamo personifica a una pareja sexual en la vida real. El amado definitivamente tiene la piel gruesa como un hipopótamo. No responde a los deseos y se concentra solo en sí mismo.
Huir con éxito de un hipopótamo es un símbolo de victoria sobre las circunstancias. A pesar de las dificultades se podrá conseguir lo que se sueña. Tal trama tiene una interpretación bastante positiva.
Si se ve un pequeño hipopótamo chapoteando en el agua, no se querrá hacer nada en la vida real. Simplemente, irá con la corriente cediendo a las circunstancias.
Como guardianes de ríos y lagos, los hipopótamos ocupan un lugar único en la mitología africana, lo que refleja la profunda relación entre los humanos y el mundo natural. Su significado mítico sigue resonando, recordándonos el papel vital que todos desempeñamos como administradores del medio ambiente y la responsabilidad compartida de salvaguardar las preciosas fuentes de agua que sustentan la vida en la tierra.
También te puede interesar
No hay comentarios:
Publicar un comentario