Marianne es la figura alegórica de una mujer que representa a la república francesa y, por tanto, es una personificación nacional. Bajo la apariencia de una mujer blanca, de rasgos europeos, con gorro frigio, Marianne es la plasmación de los valores sobre los que se basa la República: libertad, igualdad y fraternidad.
Si bien el origen exacto de Marianne es incierto, se cree que es una adaptación francesa de la diosa romana de la libertad. Esto se debe a que las primeras representaciones de Marianne en Francia mostraban a una mujer vestida con ropa romana y un gorro rojo de pileus o frigio que se les daba a los esclavos romanos al ser liberados.
Su nombre probablemente proviene de la contracción de Marie y Anne, dos nombres muy frecuentes en el siglo XVIII entre la población femenina del Reino de Francia. Para los aristócratas contrarrevolucionarios, el nombre se volvió peyorativo porque representaba al pueblo, la plebe. Los revolucionarios lo adoptaron para simbolizar el cambio de régimen.
Las estatuas y bustos de Marianne se generalizaron durante la era de la Revolución francesa. Desde entonces, el símbolo de Marianne ha aparecido varias veces en los sellos y monedas oficiales.
Hoy en día, Marianne es vista en Francia como un símbolo de libertad frente a la opresión, la resistencia o la lucha contra la monarquía, y un ícono de la democracia.
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