Los ángeles son representados como criaturas aladas humanoides y espirituales que se identifican con la voluntad divina. Quizás descendientes de las antiguas deidades aladas egipcias y semíticas, los ángeles en algunas religiones son intermediarios entre los niveles material y espiritual; su simbolismo se ha desarrollado meticulosamente en las religiones islámicas, judía y especialmente cristiana. Los atributos de los ángeles en el arte incluyen trompetas, arpas, espadas, incensarios, cetros o varitas. Los ángeles aparecen en el papel de mensajeros (en griego, "angelos"), guerreros y, en conceptos más modernos, guardianes o protectores, como en la visión de 1914 de los ángeles de Mons, que refleja el deseo de las personas por la seguridad personal.
Los ángeles en la doctrina católica
¿Quiénes son los ángeles?
Los ángeles son espíritus puros, esto es, sin cuerpo, que tienen entendimiento y voluntad. Su existencia es una verdad de fe. San Agustín dice respecto a ellos: Angelus officii nomen est, non naturae. Quaeris nomen huius naturae, spiritus est; quaeris officium, angelus est: ex eo quod est, spiritus est, ex eo quod agit, angelus («El nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza. Si preguntas por su naturaleza, te diré que es un espíritu; si preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel»). Con todo su ser, los ángeles son servidores y mensajeros de Dios. Porque contemplan «constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt 18, 10), son «agentes de sus órdenes, atentos a la voz de su palabra» (Sal 103, 20).
¿Para qué ha creado Dios a los ángeles?
Los ha creado para que le alaben, obedezcan y sean felices en el cielo.
¿En qué estado creó Dios a los ángeles?
Los creó en estado de gracia, y fueron sometidos a una prueba. Los ángeles, que desobedecieron a Dios y fueron condenados al infierno, se llaman demonios. El capitán de los ángeles malos es Luzbel, llamado también Satanás, el enemigo malo que siembra el mal (Mt. 13,28). Estos "fueron creados buenos por Dios, pero se hicieron malos por su propia culpa" (Conc. IV Letrán).
¿Quién es el Ángel de la Guarda?
Es el que Dios nos da a cada uno para que nos guarde en la tierra y nos guíe hacia el cielo. Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. «Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor conducir su vida»
La jerarquía de los ángeles
La jerarquía de los ángeles fue propuesta en el siglo V por Pseudo Dionisio Areopagita en su obra "Sobre la jerarquía celestial". A medida que se acercan a Dios, los rangos angélicos se organizan tradicionalmente de la siguiente manera: el primero el coro de los serafines, querubines y tronos; el segundo, el coro de las virtudes, dominaciones y potestades; el tercero el coro de los principados, arcángeles y ángeles. Los filósofos griegos creían que los ángeles gobiernan las estrellas y aparecen a partir de alguna sustancia etérea, pero en la iconografía cristiana eran invariablemente inmateriales, representados con cabezas coronadas con alas o, como en el arte barroco frívolo, en forma de cupidos (putti).
Entre la jerarquía de los arcángeles, el ángel Gabriel es el mensajero de Dios y de la Anunciación, que sostiene lirios en sus manos o un cetro entrelazado con lirios; el Arcángel Miguel es un guerrero protector de la virtud y gobernante de la Justicia, que sostiene una espada o una balanza; el Arcángel Rafael, protector de niños, viajeros y peregrinos, sostiene un bastón en sus manos. Otro arcángel, según la leyenda, es Uriel.
Los ángeles caídos, dirigidos por Satanás, simbolizan el pecado del orgullo.
El significado de serafines y querubines
Los serafines en las tradiciones judía y cristiana, la más alta de las nueve órdenes angélicas. Simbolizan el fuego purificador del espíritu. El profeta Isaías (6: 2-6) describió a los serafines como criaturas de seis alas de pie ante el trono de Dios y cantando su gloria. Uno de ellos puso un carbón encendido en la boca de Isaías para limpiarlos del pecado.
Los querubines son el segundo orden de ángeles. Sus alas cubrían el propiciatorio de Dios en el templo judío, que fue construido según el pacto de Moisés (Éxodo 37). Los querubines son los protectores de las almas humanas. Esta tradición proviene de los primeros espíritus de la tutela persas y mesopotámicos, cuyas estatuas se erigieron junto a los templos. En el arte, los querubines generalmente se representan como cabezas con alas azules; a veces en forma de figura con un libro, que simboliza el más alto conocimiento divino que poseen debido a su cercanía a Dios. En algunas imágenes lo apoyan en vuelo.
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